AHORA EL PUEBLO / LA PAZ.- El aluvión de sucesos acaecidos en noviembre de 2019, que culminaron con la renuncia del entonces presidente Evo Morales y las masacres de Sacaba y Senkata, posee varios afluentes (algunos coyunturales y otros distantes en el tiempo); sin embargo, el Informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue la columna vertebral sobre la que se construyó el relato que le dio sustento discursivo al golpe de Estado en Bolivia.
Presentamos, mediante Ahora El Pueblo, los 10 cuestionamientos esenciales al Informe de la OEA.
1 – EL TREP FUE UNA SUGERENCIA DE LA OEA
Al concluir las elecciones presidenciales de 2014, la Misión de Observadores de la OEA recomendó al país implementar un sistema para la transmisión rápida de los resultados electorales preliminares. El sistema de conteo rápido TREP se estrenó en Bolivia en el referéndum de 2016.
La normativa nacional sólo reconoce como escrutinio legal al cómputo oficial, realizado en base a las actas físicas. (En las elecciones de octubre de 2019 este cómputo jamás se detuvo ni fue cuestionado por la OEA).
Este sistema de conteo rápido de referencia, “no vinculante”, no posee valor legal. Por lo tanto, el Informe de la OEA se basó en un instrumento de medición que carece de legalidad.
El Informe Final de la OEA respecto a las elecciones en Bolivia admite que el TREP “no tiene validez”:
“…el sistema TREP es un instrumento de publicidad y transparencia, que permite brindar a la ciudadanía resultados preliminares de forma oportuna y expedita. Si bien, en principio, no tiene validez legal…”. (Página 14 Informe Final de la OEA).
Según el artículo 52 del Reglamento para las Elecciones Generales 2019, El TREP no era vinculante:
Artículo 52 (objeto)
La Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) es un sistema de información, no vinculante, que permite transparentar el resultado de las elecciones dando a conocer, en el menor tiempo posible, los resultados preliminares de cada una de las mesas de sufragio para que tanto la ciudadanía, los medios masivos de comunicación, los partidos políticos y alianzas dispongan de una información previa al cómputo definitivo, que será realizado oficialmente por los Tribunales Electorales Departamentales.
2 – LAS ACTAS DE LA OEA
El informe que presenta la OEA señala que revisó “una muestra” de 4.692 actas y que identificó “226 actas en las que dos o más actas de un mismo centro de votación fueron llenadas por una misma persona”. (Página 4).
Del hallazgo de las 226 actas con supuestas irregularidades, la OEA juzga que ha encontrado un patrón que puede aplicarse a todas las mesas electorales del país:
“Por el patrón encontrado, un estudio que abarcara un porcentaje mayor de actas, sin duda detectaría un mayor número de falsificaciones, adulteraciones y manipulaciones”. (Página 9).
Para llegar a la conclusión de que existió un “patrón” de adulteraciones y manipulaciones, la “muestra” estadística debe ser científica y representativa de un universo de más de 34 mil actas.
Sin embargo, la OEA sólo seleccionó 226 actas de sitios donde el MAS históricamente logró una amplia mayoría de votos.
1.- Sacaca (Potosí)
2.- Tapacarí (Cochabamba)
3.- Villa Tunari (Cochabamba)
4.- Provincia de Buenos Aires, Argentina.
El equipo de auditores de la OEA debió realizar varios ejercicios de comparación antes de anunciar el supuesto hallazgo de un patrón sistemático de adulteración de firmas:
Comparar los resultados de los municipios observados el año 2019, con los resultados del año 2014.
(En el Perú, ante las denuncias de Keiko Fujimori, la empresa Ipsos Perú, comparó los resultados del año 2016 con los votos de 2021, en los mismos centros de votación, y no encontró comportamiento irregular).
Cotejar las actas con supuestas irregularidades, con las actas sin irregularidades de un mismo recinto.
Comparar los resultados de los municipios observados, antes y después de la suspensión de la TREP.
Comparar las actas de los municipios aledaños, con las actas de los municipios observados.
3 – LA OEA JUGÓ A LAS ADIVINANZAS
El 21 de octubre de 2019 (al día siguiente de las elecciones), al actualizarse el conteo de la TREP al 95 por ciento, el equipo de la Misión de Observación Electoral (MOE- OEA) publicó su primer comunicado en el que denuncia un inexplicable cambio de tendencia.
El 4 de diciembre de 2019, en la publicación del Informe, el Organismo afirma que en realidad el cambio de tendencia se produjo en el último 5 por ciento:
“El último 5% del conteo no solo muestra una tendencia distinta a la del anterior 95%, sino que presenta una diferencia muy marcada con el 5% de los votos que habían sido computados inmediatamente antes. Incluso si se acepta la suposición de que las mesas que reportaron tardíamente eran de áreas rurales que favorecían al MAS, no se vería una discontinuidad tan aguda en torno a un punto arbitrario como el umbral del 95%”. (Página 9, Informe de la OEA).
Sin un equipo de peritos ni auditores, ¿cómo pudo la OEA llegar a la conclusión de que hubo un cambio de tendencia?
El 21 de octubre de 2019, ¿La OEA estaba adivinando?
4 – EN NINGÚN INFORME SE USA LA PALABRA FRAUDE
Los expertos de la OEA se cuidaron de utilizar la palabra “fraude”.
Llama la atención que los expertos que elaboraron el informe de la OEA hubiesen tenido el reparo de no utilizar la palabra “fraude”.
En ninguna de las 95 páginas del Informe Final de la OEA sobre las elecciones en Bolivia aparece la palabra “fraude”.
Si, como expuso la oposición, “hubo un fraude monumental”, ¿por qué la OEA no utilizó esa palabra en ninguno de sus informes?
5 – EL VOTO DE LAS CIUDADES SE ANALIZÓ PRIMERO POR LA PROXIMIDAD
Como en todas las elecciones nacionales, los votos que se contabilizan primero, por su proximidad a los centros de escrutinio, son los votos de las ciudades. En tanto que los votos del área rural, debido a dificultades, como vías de acceso o conexiones de internet, son cuantificados al final de la jornada.
El lunes 21 de octubre de 2019 (al día siguiente de las elecciones), incluso Carlos Mesa admitió que los votos que faltaban escrutar provenían del área rural. El voto de las zonas rurales históricamente favoreció al MAS:
“Hay un elemento muy importante, decirles que de las 5.000 mesas que faltan en el TREP, el 31% tiene que ver con el área urbana, no es verdad que la mayor parte de esas mesas, o exclusivamente las mesas que faltan, tienen que ver con el área rural”, afirmó el candidato Carlos Mesa, admitiendo que dos tercios de los votos que aún faltaban por escrutar procedían del área rural.
Sin embargo, la OEA insistió en denunciar “el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares conocidos tras el cierre de las urnas”.
6 – LAS ACTAS FÍSICAS Y LAS ACTAS DIGITALES COINCIDIERON EN UN 99,8 POR CIENTO
En la página 82 del Informe Final de la OEA, el Organismo deja constancia de que el cotejo entre las actas de papel (físicas) y las actas digitales cargadas en la web oficial coincidieron en un 99,8 por ciento con las difundidas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE):
“Al digitar las actas y al tener en cuenta las observaciones que estas incluyen, se tomó nota de que la cantidad de votos asignados a cada partido político en el cómputo oficial coincidió en 34,495 imágenes de actas (99.8%)”. (Informe Final OEA).
El informe que la empresa informática NEOTEC presentó a la presidenta del TSE el 28 de octubre de 2019 sostiene:
“El resultado final del cómputo al 100% de las actas computadas, es similar al resultado final del TREP al 95.63% de las actas verificadas, ambos resultados muestran una diferencia mayor al 10% entre los 2 primeros candidatos”.
7 – EL CUENTO CHINO DEL SERVIDOR ESCONDIDO
El TSE contrató a dos empresas privadas para el desarrollo del trabajo electoral:
NEOTEC, empresa que desarrolló el software para la transmisión y digitalización de los resultados electorales y que desde el año 2000 participó en varias elecciones nacionales.
ETHICAL HACKING, empresa que auditó el proceso de transmisión de resultados y monitoreó el trabajo de NEOTEC.
El informe de la empresa auditora (ETHICAL HACKING) sostiene que existió “un servidor no declarado, inseguro y no monitoreado (BO1)”, y que a través de ese servidor hubo gente que iba conociendo los resultados antes de ser publicados, pero no dice que desde allí se hubiesen adulterado los datos del cómputo.
“En términos simples, hubo gente que iba conociendo el procesamiento de los resultados antes de ser publicados”. (Página 43, Informe Final de la OEA).
La OEA fundamentó sus observaciones en base a una entrevista televisiva al gerente de ETHICAL HACKING, sin embargo la OEA no tomó el informe que la misma empresa auditora presentó al TSE:
“Una vez terminado este protocolo y después de exhaustivas revisiones y validaciones se comunicó a sala plena que no existió ningún hackeo o alteración a la base de datos para que procedan a poner en línea el TREP nuevamente”, afirma la empresa auditora ETHICAL HACKING en un informe presentado al TSE.
8 – VULNERACIÓN DE LA NORMATIVA ELECTORAL BOLIVIANA
El Informe de la OEA fundamenta sus observaciones en el reporte de la empresa auditora ETHICAL HACKING, en el cual se determina que los resultados electorales debían ser anulados debido a irregularidades, “no podemos dar fe de toda la información que se ingresó en ese momento y el proceso electoral pierde toda credibilidad al violarse el protocolo de seguridad”, afirma la compañía auditora.
Sin embargo, el artículo 173 de la Ley 026 del Régimen Electoral declara que ni las misiones de la OEA ni las empresas informáticas tienen atribución de revisar el escrutinio de los votos, ya que las decisiones del Jurado Electoral son “definitivas e irrevisables”:
El “Manual para las Misiones de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos”, al cual deben regirse todas las misiones de observación y auditorias de la OEA, expone que los informes de la OEA deben someterse a la normativa y las leyes del país anfitrión.
9 – LA VÍCTIMA “ES CULPABLE”
Desconociendo el “motín policial”, las violentas movilizaciones convocadas por los cívicos y los partidos de oposición, la OEA atribuye el ataque y la quema de las cortes departamentales y la ausencia de personal policial al Tribunal Supremo Electoral (TSE) y al gobierno de entonces.
En la página número 61, el Organismo responsabiliza al TSE y al gobierno de entonces por los ataques y los incendios a los Tribunales Electorales.
El Organismo no consideró las circunstancias políticas públicamente conocidas, por ejemplo, la convocatoria a movilizaciones del candidato opositor:
“Como el candidato que va ir a la segunda vuelta con el señor Morales, estoy llamando a la movilización de Comunidad Ciudadana, de los comités cívicos, de los partidos políticos y del Conade (Comité de Defensa de la Democracia), para que estemos en todos los tribunales departamentales electorales y aquí en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), con la fuerza de la gente para exigir que no se trate de repetir un nuevo 21-F de 2016”, afirmó el candidato Carlos Mesa el 21 de octubre de 2019.
El Informe tampoco toma en cuenta que las principales guarniciones del país en un abierto desacato a la Constitución Política del Estado se amotinaron desconociendo la cadena de mandos.
10 – LA DOCTRINA SHARP: “CALENTAR LA CALLE”
El acuerdo suscrito entre al Gobierno boliviano y la OEA para la auditoría a las elecciones de 2019 consistía en que el Informe Final debía entregarse al Ejecutivo boliviano el martes 12 de noviembre de 2019.
El jueves 7 de noviembre de 2019, el jefe de gabinete de Luis Almagro se comunica con el excanciller Diego Pary Rodríguez para hacerle saber que no podrán entregar el Informe en la fecha establecida.
Sin embargo, a las cinco de la mañana del domingo 10 de noviembre de 2019, a través de su cuenta de Twitter, Luis Almagro hace público el Informe de la OEA que desatará el infierno.
La decisión de publicar el Informe sorprendió incluso a los auditores de la OEA, que quedaron varados en medio de las acciones violentas de los grupos de oposición.
El 10 de noviembre de 2019, con las guarniciones policiales y militares en abierto desacato, los grupos violentos se apoderaron de las calles. Era el momento preciso para terminar de incendiar la democracia boliviana.
De acuerdo a la doctrina de “golpes suaves” desarrollada por Gene Sharp, para voltear gobiernos democráticos:
El apuro de Luis Almagro por presentar el Informe Preliminar del Organismo no es coherente con la lentitud para la publicación del Informe Final.