Diplomático de EE.UU. enviado a Bolivia: “Un encuentro entre Evo y Trump, ¿por qué no?”

Por Tuffi Aré, El Deber.- Michael Fitzpatrick es un diplomático estadounidense de carrera que se ha movido como un pez en el agua en los años recientes en América del Sur. Es el hombre que representa los intereses de la Casa Blanca en los países andinos, en el cono sur y en Brasil. Vino anteriormente a Santa Cruz de la Sierra y acaba de estar por primera vez en La Paz, en una sorpresiva misión de casi cuatro días a Bolivia, el único país de Sudamérica que acaba de visitar. “Encontré a La Paz más grande, mejor y más bonita de lo que la imaginé”, dice. “La gente es muy amable. He sentido poco la altura. Es muy diferente a Santa Cruz. Aquí, a 400 metros, hay oxígeno”, refiere el vicesecretario de Trump, en el inicio de una entrevista exclusiva de 43 minutos con EL DEBER, en una sala de un hotel de la capital cruceña.
_ ¿Su visita a Bolivia fue encargada por Donald Trump o era una misión anteriormente postergada?
-Siempre buscamos posibilidades para revisar nuestras políticas y relaciones bilaterales con muchos países. Cuando decidimos en el Departamento de Estado arreglar esta visita y recibimos una buena respuesta del gobierno boliviano, decidimos hacerla.
_ ¿Se decidió la visita antes o después del juramento del presidente de EEUU?
-Se concretó después.
_ A casi tres meses de la asunción de Donald Trump, ¿nota cambios en la diplomacia americana, sobre todo respecto a América Latina?
-Por supuesto. Tenemos un jefe nuevo, Rex Tillerson, que es una persona muy capaz, muy diferente del anterior secretario, John Kerry, que es un político de carrera, un excandidato presidencial. Ahora tenemos un empresario, un negociador, que viene con otras herramientas, con otras perspectivas y nos da oxígeno al cuerpo diplomático. Hay nuevas oportunidades para repensar y buscar otras oportunidades que no vimos antes.
_ ¿Pero, qué cambios percibe concretamente en relación a América Latina?
-Todavía no tenemos un subsecretario para las Américas. Estamos esperando la nominación de una persona entre varios otros cargos del Departamento de Estado, pero la perspectiva del Presidente y del secretario de Estado es reenfocarnos en las cosas más básicas como la defensa de la soberanía, de nuestros intereses comerciales y la protección de nuestros ciudadanos en el mundo.
Hay muchas posibilidades ahora para trabajar conjuntamente con los países de América del Sur, no solo bilateralmente, sino en temas regionales o transnacionales, como la inmigración y el comercio.
_ ¿Trump está más predispuesto que sus antecesores a atender el tema de América Latina?
-Si vemos cuál ha sido su enfoque en las primeras semanas, América Latina ha recibido mucho su atención, como es el caso de México, pero también Canadá, la inseguridad en Centroamérica, la pregunta de la democracia en Venezuela y los tratados comerciales. No hubo una semana durante la administración en la que el presidente Trump no estuviera interesado en lo que pasa en esta región.
_ De todos los países que ha mencionado, ¿alguno le preocupa especialmente a Trump?
-Como todos en la región, hay un gran interés por la crisis económica, política y humanitaria que hay en un país como Venezuela, que tiene la reserva más grande de petróleo en el mundo y la hiperinflación más alta. Cada día hay más restricciones sobre la democracia y los derechos humanos. El presidente está preocupado por el tema.
_ Si habría que hablar de prioridad, ¿cuál es entre México, Venezuela y Cuba?
-Yo diría que todas. Los casos son diferentes en cada uno de esos tres países, así como el de los Andes y otras subregiones de las Américas. Por supuesto que tenemos un gran socio político y económico que es México y también tenemos la preocupación sobre Venezuela.
_ Por su cargo y trayectoria, usted ha transitado la región y la debe conocer bastante, ¿cómo ve el estado de la democracia en América Latina?
-Está bastante avanzado. Cuando empecé mi carrera, hace 30 años, estábamos preocupados por la situación de los derechos humanos fundamentales en las Américas. Felizmente ahora vemos avances en los derechos humanos, en las instituciones públicas y la democracia. También hay una apertura económica y un crecimiento extraordinario de la clase media. ¿Qué pasa en un país cuando hay crecimiento de la clase media? Tenemos más gente pagando impuestos, pero también insistiendo a su gobierno dónde va su impuesto. Entonces es un círculo virtuoso.
_ ¿En síntesis, la democracia y la economía han progresado?
-También, pero siempre, igual que en mi país, es una lucha permanente. No podemos decir que ya cerramos el capítulo para defender la democracia o los derechos humanos. Es una obligación no solo de los estados, sino de los ciudadanos.
_ ¿A qué atribuye este progreso de la democracia y de la economía?
-A la educación, en primer lugar, y a las comunicaciones. Cuando hay la posibilidad de comunicarse con otras personas o sociedades, cuando se pueden compartir lecciones aprendidas sobre cómo defender los derechos humanos, sea en la ex Unión Soviética, en América del Sur, en Asia o en EEUU. Cuando hay este tipo de intercambios culturales, de ONGs, académicos y entre las instituciones públicas, se progresa. Cuando hay instituciones fuertes hay más respeto a las normas y a la Constitución. Entonces es más posible extender el reino de la democracia y de los derechos humanos.
_ ¿Cuál es el resultado más relevante de su visita de cuatro días?
-El primer punto es claro. En Bolivia hay oportunidades, existen posibilidades en el sector comercial, pero también para avanzar en términos de relaciones bilaterales. Tenemos que ver si los políticos de los dos países deciden si este es o no el momento para avanzar.
_ Desde 2008 no hay embajador de Bolivia ni de EEUU en ambos países, ¿qué pasos vienen?
-Si hay un anuncio en esta área lo deben hacer los presidentes en cualquier momento. No hay una decisión ahora. La idea principal de nosotros es normalizar las relaciones diplomáticas con Bolivia, como tenemos con tantos países. No importan nuestras diferencias políticas, pero cuando existen relaciones diplomáticas se puede avanzar.
_ Usted se reunió en Bolivia con viceministros durante horas. ¿Cómo ha medido la temperatura de las relaciones? ¿Cuánto tiempo puede esperar el restablecimiento de embajadores?
-No somos esclavos del calendario, va a tomar el tiempo necesario, todo depende de la voluntad política de las dos partes. Puede ser poco o mucho tiempo, depende de las señales, y ojalá podamos ver resultados en corto plazo, con los grupos de trabajo que establecieron los dos gobiernos esta semana
_ Trump se reúne el próximo mes con el presidente argentino Mauricio Macri. ¿Llegaremos algún día a ver a Evo con Trump?
¿Por qué no? Siempre hay la posibilidad..

“La nueva ley de la coca preocupa”
_ La DEA no está en Bolivia desde hace una década y el Gobierno dice que la lucha antidroga mejoró sin ella, ¿qué opina?
-La DEA es la agencia más importante de mi gobierno en la lucha antinarcóticos y ha trabajado bien en muchas partes del mundo. Por supuesto, respeta la soberanía nacional donde está. Como cualquier institución estadounidense en un país, responde al embajador, a los acuerdos bilaterales y a mi gobierno. Tiene mucho para ofrecer. La ausencia aquí es una lástima, pero también respetamos la decisión soberana boliviana.
_ ¿El restablecimiento de embajadores podría pasar por proponer el retorno de la DEA?
-Esto depende del Gobierno de Bolivia y no es necesariamente un requisito nuestro. Sería bienvenido por nosotros, pero también depende de otros factores.
_ EEUU expresa cada año su preocupación por los resultados de la lucha antidroga de algunos países, entre ellos Bolivia. ¿Qué opina sobre los avances aquí?
-Estamos viendo con preocupación esta nueva Ley de la Coca. Hemos leído las encuestas, pensando que el 69% de la población cree que al duplicarse la cosecha lícita va a haber en el país más narcotráfico. Si no hay una demanda legal vamos a ver más producción de la cocaína en vez de más uso lícito de la coca.
Compartimos los comentarios de la sociedad civil, de muchos políticos de Bolivia y también nos hacemos eco de los socios internacionales que han mencionado su preocupación.
Quiero subrayar que no es la producción en sí de la coca, sino el desvío ilícito de la coca al narcotráfico y la influencia de cárteles, organizaciones transnacionales criminales, que hacen todo lo que quieren. Crecen la corrupción de instituciones públicas y privadas y la inseguridad ciudadana. Todo esto nos preocupa por las implicaciones para la sociedad civil.
_ ¿La democracia queda expuesta con el narcotráfico?
-En el extremo sí. Hemos visto la influencia del narcotráfico en muchos países. El mío no es una excepción, afecta a todas las sociedades. La diferencia que hacen las instituciones fuertes es apoyar a la comunidad para defenderse de estos enemigos, de los cárteles internacionales.
_ De Colombia, Perú y Bolivia, qué nación ha demostrado mayor éxito?
-Depende del momento y del contexto local. También vemos con preocupación el aumento de la producción de la coca y la cocaína este año en Colombia. Entendemos el contexto, pues se han enfocado en los últimos tres o cuatro años en el acuerdo con las FARC, que es un grupo terrorista pero también es el cártel más grande ahí. Un acuerdo de paz con las FARC ojalá termine en una disminución de la producción de la coca y el tráfico de cocaína.
_ El gobierno boliviano ha descartado carteles, habla solo de emisarios y exige más esfuerzo de EEUU en la prevención del consumo. ¿Qué opina?
-La palabra cártel es para nosotros una forma de hablar de organizaciones transnacionales criminales organizadas. No hablo del capo Pablo Escobar, no con una cara tan visible. Son estos grupos que trafican drogas, trata de personas, contrabando y que violan las leyes aquí o en otros países. Para ellos la única cosa que les importa es la plata.
Es cierto que la gran mayoría de la cocaína boliviana no llega ahora a mis fronteras, pero el mercado es globalizado, la cocaína es un producto más, totalmente ilegal y la de Bolivia va al cono sur, a Brasil. Va por África a Europa y Asia. Nuestra preocupación no es solo la producción sino el efecto para todas las sociedades en general. Al mismo tiempo hemos visto que con mucho esfuerzo ha disminuido la demanda de cocaína en EEUU. El año pasado invertimos 14.000 millones de dólares en esfuerzos para bajar la demanda.
Hemos tenido resultados con la cocaína, pero tenemos otros problemas de salud pública. La demanda ha pasado de la cocaína a la heroína. Tenemos una crisis de salud pública, por la heroína infantil y otra droga sintética

“La reelección, un asunto de los bolivianos”
_ Usted tuvo reuniones con líderes políticos bolivianos. ¿Cómo ve la democracia en el país?
-Hemos tenido conversaciones con el gobierno y con personas de varias tendencias políticas. Como en todos los países hay inquietudes y preocupaciones. Entendemos que hay una discusión nacional sobre el futuro electoral y los bolivianos deben decidir eso. No estamos aquí para escoger ni ganadores ni perdedores, estamos como todas las embajadas americanas y las embajadas bolivianas en el mundo. Estamos aquí para conversar con todos, para entender qué está pasando y cómo podemos colaborar.
_ ¿Tiene alguna opinión EEUU sobre la intención del actual presidente de Bolivia de reelegirse?
-Este es un tema para las cortes y para el pueblo de Bolivia. Creo que han tenido un referéndum y lo dejo en manos del pueblo boliviano.
_ El gobierno de EEUU también ha expresado antes preocupación por los derechos humanos en Bolivia…
-Los derechos humanos son una lucha permanente para todos y es una responsabilidad de los estados defenderlos y, cuando puedan, aumentar los espacios para más gente. Es una lucha permanente para mi país también. Nadie es perfecto en este mundo, sigamos trabajando para la defensa de los derechos humanos. La imparcialidad, la independencia de las cortes es para nosotros un punto clave. Por ejemplo, hay críticas o preocupaciones en EEUU sobre la posición del presidente Trump respecto a la libertad de expresión o la prensa libre. Yo no tengo inquietud porque disponemos de instituciones independientes, cortes sólidas, una constitución y sociedad civil que sabe defender sus derechos. Cuando tenemos cortes que en poco tiempo se han pronunciado sobre varias órdenes ejecutivas del presidente Trump, vemos con claridad que hay independencia de la justicia y es el balance necesario en cualquier país para defender los derechos humanos. Vemos con preocupación cuando el poder es centralizado en cualquier nación.
_ Usted recibió de autoridades bolivianas el Libro del Mar, ¿cómo ve el conflicto de Bolivia con Chile?
-Sabemos bien el caso, pero lo vemos como bilateral entre Bolivia y Chile. No somos parte de la situación, nuestro interés está enfocado en el proceso de resolver el problema. Felicitamos a los dos países ahora por haber pasado el caso a La Haya y como todos esperamos una decisión y que las dos partes acepten y la implementen cuando y como sea.
_ ¿Es posible que EEUU ayude a destrabar el diálogo?
-No está en la agenda en este momento, todo depende de las partes. No buscamos eso en este momento.
_ ¿Cuál es la posición del gobierno de su país sobre la ayuda económica a Bolivia?
-Tenemos un reto presupuestario en EEUU. Probablemente en general habrá una reducción de nuestro apoyo internacional en estos años. Vamos a estar aún más estratégicos e invertiremos solo en las áreas donde sabemos que hay la voluntad del socio de manejar bien y tomar máxima ventaja de la ayuda americana. Entonces, vamos a revisar toda nuestra cooperación en el mundo y buscar nuevas oportunidades para hacer cosas quizás diferentes y mejores. Puede ser un momento bueno para Bolivia si está interesado el Gobierno y la sociedad en más apoyo diferente de EEUU. Todo depende de la voluntad del socio.
_ Trump ha estado preocupado por la influencia mundial de China. Para el gobierno boliviano, es un socio estratégico y aquí ha crecido batante su influencia. ¿Qué opina al respecto?
-En las Américas en general no somos los dueños. Cada país es soberano, puede tener socios económicos, culturales, estratégicos, como quieran. Bienvenidos a la región, pero con las condiciones puestas por los gobiernos locales. Si están aquí y respetan las normas de los países y de la región, bien. Si no, no

“Migrantes, la mayoría es legal”
_ ¿Se deben preocupar los residentes bolivianos en EEUU por la política migratoria de Trump?
-Los bolivianos en EEUU, o los familiares que han llegado desde Bolivia, la gran mayoría tiene estatus de legales. Por lo tanto, no tienen de qué preocuparse. Muchos de los bolivianos que tienen visa, la gran mayoría respeta las leyes, las normas migratorias y regresa cuando termina sus razones para estar en mi país. No hay motivos para que la comunidad boliviana en EEUU esté preocupada en este momento y lo digo sabiendo que en Washington hay como medio millón. Respeten las normas y contribuyan a la economía y a la sociedad.
_ Hablando de lo económico, el ATPDEA fue impactado por las tensiones políticas bilaterales. ¿Pueden Bolivia y EEUU negociar un acuerdo comercial?
-Es uno de los temas que hemos tocado esta semana con el Gobierno. Una de las prioridades del gobierno de Trump es revisar todos los acuerdos que tenemos en el mundo comercial y ver de nuevo. Vamos a estar abiertos a todas las posibilidades pero defendiendo nuestros intereses, soberanía, los derechos intelectuales de nuestras propiedades. Somos un país de comercio, estamos abiertos al comercio internacional y más de la mitad de los intercambios de EEUU con el mundo es con América Latina, nuestros socios y vecinos.
_ ¿Cuáles son las oportunidades comerciales que puede aprovechar y desarrollar Bolivia?
-Nosotros en diez años hemos triplicado el comercio americano hacia Bolivia. Ahora es casi 2.000 millones de dólares al año. Somos el socio número dos de su país, y Bolivia vende casi 1.000 millones de dólares. Los productos que van tienen valor agregado, hechos por bolivianos. No solo es exportación de productos primarios como el gas o petróleo, sino de la industria. Hay mucho espacio para crecer. Bolivia tiene mucho que ofrecernos. Si hay más claridad en las reglas internas, más transparencia en las cortes y en el estado de derecho habrá varias posibilidades para invertir. Tenemos muchas empresas que pueden ayudar, no solo a empresas grandes sino pequeñas, a hacer el trabajo más eficiente.
_ ¿En qué puede haber interés para invertir en Bolivia?
-En muchos sectores. En la industria misma, el agrícola, la tecnología, el turismo. Bolivia tiene tanto para ofrecer. No entiendo por qué no hay turistas, si el país tiene la selva, los Andes, ríos y escenarios espectaculares. Uno se olvida de lo que tiene. Si abren las puertas al mundo hay muchas oportunidades, no solo para las empresas americanas sino de otros países.
_ La relación inestable en lo político por lo visto no impactó mucho en lo económico, pero podría ser mejor con relaciones abiertas…
-Podría ser mejor. Justamente esta semana hemos discutido varios temas bilaterales y si tenemos este tipo de conversaciones y esfuerzos continuos podemos avanzar en varias áreas y en el corto plazo

Perfil
Diplomático Michael Fitzpatrick
Vicesecretario de Estados Unidos
OFICINA DE ASUNTOS DEL HEMISFERIO OCCIDENTAL WASHINGTON
Está en su cargo desde 2016
Fue representante Permanente Interino de EEUU en la OEA. Comenzó a prestar servicios en el Gobierno de su país en 1986 como becario administrativo presidencial. Su área de influencia actual alcanza a los países andinos, los del cono Sur y Brasil. Estudió en la Universidad de Georgetown y de Columbia