http://www.mdzol.com/.- «Las políticas migratorias las decide el Ejecutivo y decide lo que considera que es más adecuado para su país. Nosotros consideramos que si una persona está con un proceso en trámite, en etapa indagatoria en su país de origen, es una persona que deberá esperar hasta el fin de su proceso en su país y recién podrá venir cuando lo declaren inocente, si es que lo declaran inocente», esa frases de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, generaron controversia y también un debate respecto a la presunción de inocencia.
Algunos cuestionamientos vinieron de Justicia Legítima y otras entidades, apuntando que con estos dichos se le quita la presunción de inocencia a los extranjeros, ya que aunque no tengan una condena firme se les puede prohibir el ingreso.
Apuntan a que dicho principio está consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y previsto por la Constitución en el artículo 18.
«Debemos rechazar esta suerte de estigmatización contra nuestros compatriotas bolivianos que coincide con el discurso Trump, que es un discurso xenofóbico, en apariencia exacerbador de sentimientos patrioteros», dijo el ministro boliviano de Gobierno, Carlos Romero, en una rueda de prensa, citado por la agencia EFE.
Bulrrich sostuvo que el objetivo de su gestión es reducir «la concentración de extranjeros que cometen delitos de narcotráfico» y precisó que a Argentina llegan «peruanos y paraguayos que se terminan matando por el control de la droga».
En ese sentido, añadió que su ministerio trabaja para mejorar los controles migratorios en la triple frontera de la provincia de Misiones, donde coinciden los límites de Paraguay, Uruguay y Argentina, o La Quiaca, en la provincia de Jujuy, que separa el país de Bolivia.
Al respecto, el ministro Romero dijo que las apreciaciones de Bullrich fueron «desafortunadas» y aseguró que la Cancillería boliviana iba a convocar al embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez, para «pedirle una explicación».
«Cuando se hace una afirmación -y mucho más cuando puede afectar al sentimiento de ciudadanos extranjeros- lo importante sería respaldarlo con datos oficiales, estadísticas, casos, referencias que pudieran objetivar estas afirmaciones que las consideramos graves», afirmó el ministro boliviano.
Por otra parte, reafirmó la «voluntad de trabajo conjunto», entre los gobiernos de Bolivia y Argentina. «Podemos tener diferencias políticas e ideológicas, pero en materia de lucha contra la criminalidad no hay diferencia que valga», finalizó.